Diferentes situaciones como la pérdida de amigos y seres queridos afectan el bienestar emocional del adulto mayor, llevándolo a la depresión.
La llegada a la tercera edad puede identificarse como un momento de reflexión, de descanso y como una oportunidad de hacer y vivir cosas que quedaron postergadas en la vida.
Sin embargo, no siempre es así. Situaciones como las enfermedades crónicas, la debilidad, la incapacidad de llevar una vida que antes se solía llevar, la pérdida de amigos y seres queridos, pueden resultar afectando el bienestar emocional del adulto mayor, causando sentimientos fuertes como tristeza, soledad, ansiedad, las cuales a su vez, pueden conducir al aislamiento, la apatía y finalmente la depresión.
Además, el sentimiento de desesperanza y el aislamiento, pueden alentar ideas suicidas, las cuales suelen ser más frecuentes en las personas mayores con discapacidades o que están confinadas en hogares para adultos mayores.
Sin importar su origen o causa, la depresión puede tener efectos alarmantes en las personas mayores. De acuerdo con la American Psychological Association (APA), el índice de mortalidad en adultos mayores con depresión es mayor que aquel de los que están satisfechos con sus vidas. Adicionalmente, los programas de tratamiento cardiovascular o de otras enfermedades importantes para usuarios de la tercera edad con depresión suelen tomar más tiempo de lo usual y los resultados son menos satisfactorios.
Entonces… ¿qué se puede hacer para ayudar a un ser querido en la tercera edad con depresión?
En primer lugar, es fundamental estar atentos a los síntomas y muestras de que tu ser querido puede estar desarrollando depresión. De ser el caso, el siguiente paso es obtener un diagnóstico profesional y comenzar su tratamiento de forma temprana para contrarrestar y prevenir las consecuencias de la depresión (tanto físicas como emocionales).
Por su parte, como familiar, amigo o cercano, también puedes tomar acciones que ayudarán a la persona con depresión. Aquí te contamos algunas recomendaciones:
- Sé consciente de la situación que vive tu ser querido: trátalo desde el amor, la paciencia y la comprensión. Nunca desde el juicio.
- Invítalo a buscar ayuda profesional y acompáñalo en el proceso.
- Escúchalo con atención.
- Dale espacio si lo necesita.
- Acompáñalo a hacer diferentes actividades.
- Recuérdale que con el tratamiento y con el tiempo, la depresión irá desapareciendo.