Los huesos sanos nos permiten movernos, nos dan soporte y protegen a otros órganos, como el cerebro y el corazón. Un cuidado inadecuado, puede causar que estos se debiliten y se fracturen. Las fracturas, además de causar mucho dolor, pueden generar una reducción de la calidad de vida y autonomía de la persona. Por lo tanto, cuidarlos es fundamental para llevar una vida sana y con calidad. Existen múltiples hábitos que podemos adoptar para mantener los huesos sanos y fuertes:
Consume una dieta balanceada, rica en calcio y vitamina D.
Consumir alimentos fuentes de calcio como lácteos bajos en grasa, verduras de hojas verdes (brócoli, col rizada), frijoles, camarones, alimentos y bebidas con calcio agregado, entre otros. Los alimentos fuentes de vitamina D incluyen el pescado de mar, yemas de huevo, hígado, leche con vitamina D, frutas y verduras.
Lleva un estilo de vida saludable.
Evita el tabaco y el alcohol.
Habla con tu médico sobre la salud de tus huesos.
Identifica tus factores de riesgo con el médico y las acciones a tomar en caso de ser necesario (estudios médicos, medicamentos o suplementos) para prevenir la posibilidad de fracturas.
Ejercítate.
El ejercicio ayuda a que tus huesos sean más fuertes. Los ejercicios más indicados para lograr huesos más sanos, son los de fortalecimiento y en los que sostienes tu propio peso. Tales como: caminar, subir escaleras y bailar. 30 minutos al día serán suficientes.
Cuídate de las caídas
La mayoría de las caídas se pueden prevenir. Adecúa tu hogar en busca de peligros que puedan causar una caída como mala iluminación, objetos mal ubicados o alfombras arrugadas. Recuerda tener especial atención con el baño y la ducha. Revisa tu visión con periodicidad, mejora tu equilibrio y fuerza, caminando todos los días, tomando clases de Yoga o baile.